Rubalcaba y Rajoy preparan ya un debate que puede ser decisivo

Gonzalo Bareño Canosa
gonzalo bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

El líder del PSOE confía en su pegada, y el del PP, en su mayor experiencia

16 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Si Rajoy o Rubalcaba no se desdicen de sus palabras, las elecciones generales propiciarán la tercera serie de debates televisados de la democracia, tras los mantenidos por Felipe González y Aznar, y los que enfrentaron a Rajoy con Zapatero. Ni Rubalcaba ni el líder del PP son precisamente el candidato ideal de un asesor de imagen, pero ambos se preparan ya concienzudamente para un cara a cara que saben decisivo en el resultado electoral con la seguridad de que se impondrán al adversario.

Rubalcaba está convencido de que su mayor pegada dialéctica aplastará a Rajoy, pero este considera que el candidato del PSOE tiene peor imagen que Zapatero y será más fácil de batir gracias a la experiencia que le dieron los dos cara a cara celebrados en el 2008. Los que siguen son sus pros y sus contras:

Imagen. Igualdad. Los expertos coinciden en que por la edad y por la barba canosa, Rubalcaba y Rajoy son todo lo contrario al tipo de candidato que se busca hoy en día en la mayoría de los países avanzados, en donde se impone la juventud y el buen aspecto físico, con el británico David Cameron o el norteamericano Barack Obama como principales ejemplos de ese estilo.

Lenguaje gestual. Rubalcaba está claramente por delante. Lleva años trabajando ese aspecto y es uno de los políticos que mejor acompaña su discurso con los movimientos de las manos y con la propia mirada. Algo que ha reforzado incluso desde que es portavoz del Gobierno. Rajoy fue también en su día la voz del Ejecutivo de Aznar, pero tiene muchas más dificultades para enfatizar sus ideas con el lenguaje gestual.

Momento político. Es favorable a Rajoy por el hecho de que Rubalcaba llegará al hipotético debate con un tremendo desgaste, fruto de la crisis. Aunque ha tratado de tomar distancia con Zapatero, le será muy difícil eludir su responsabilidad en una gestión que cierra la legislatura con casi cinco millones de parados. El líder socialista tratará de contrarrestar esa debilidad vinculando a Rajoy a los Gobiernos de Aznar, a la guerra de Irak y al Prestige.

Improvisación. Rajoy ha dicho muchas veces que es un político previsible. Y en ese terreno le gusta jugar. Por eso, lo que más temen los estrategas populares es que Rubalcaba trate de sorprenderlo en el debate introduciendo algo inesperado que exija al líder del PP tener que improvisar, un terreno en el que se mueve con menos soltura que el candidato del PSOE.

Agresividad. Rajoy sabe que tiene las elecciones prácticamente ganadas si no comete ningún error grave. Por eso, en esta ocasión huirá del cuerpo a cuerpo y la agresividad, y se centrará en dejar caer uno tras otro los malos datos económicos. Rubalcaba está obligado a jugar al ataque porque necesita dar la vuelta a unos sondeos que le auguran una severa derrota. Tratará de llevar el debate a un planteamiento algo más agresivo, pero tendrá que modular bien esa estrategia para no dar la imagen de desesperación en busca del fuera de combate.

Credibilidad. Ninguno anda sobrado en este campo, según las encuestas. Y los dos tratarán de dar una imagen de políticos cercanos a los problemas de la gente. Rajoy huirá, eso sí, de discursos arriesgados, como el de la niña con el que cerró su debate con Zapatero y que, según algunos expertos, le costó perder un cara a cara que tenía prácticamente ganado. Rubalcaba tendrá la dificultad de hacer creíble un discurso mucho más izquierdista que el que ha sostenido hasta ahora.

QUIÉN ES QUIÉN los aspirantes a la presidencia

Candidato del PSOE

28-07-1951, Cantabria

Doctor en Ciencias Químicas. Exministro de Educación y Ciencia, Presidencia e Interior. Exvicepresidente y exportavoz

Candidato del PP

27-03-1955, Santiago de Compostela

Licenciado en Derecho. Exministro de Administraciones Públicas, Interior, Educación, Presidencia y exvicepresidente