El Audi Q3 se apunta a las carrocerías «fastback»

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Javier Armesto / Álex López-Benito

La caída del techo en la parte trasera y la menor altura le dan al SUV de Audi una imagen más dinámica, pero sigue manteniendo uno de los maleteros más amplios de su segmento

09 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El éxito de las carrocerías fastback, es decir con una mayor caída del techo en la parte trasera que se prolonga por la luneta, ha llegado a los SUV. Parece mentira, pero ese detalle de diseño cambia totalmente la concepción del coche, haciéndolo más dinámico y deportivo. El último en adoptar esta solución es el Audi Q3 Sportback y en plena guerra contra el diésel hemos probado su versión TDI de 150 caballos.

El Q3 Sportback apenas se diferencia de la versión normal de la mitad hacia delante, únicamente cambia el entramado de la parrilla octogonal. Pero ya en su vista lateral se percibe un coche distinto, con una ligera inclinación de la línea inferior de las ventanillas en el pilar trasero y el vidrio del portón formando un ángulo de 45 grados. El difusor trasero sin salidas de escape a la vista completa un conjunto elegante pero menos burgués que el modelo del que deriva; es 1,6 centímetros más largo y casi tres centímetros más bajo.

ÁLEX LÓPEZ-BENITO

En el interior no hay novedades y mantiene la combinación de materiales y texturas que le dan un aspecto premium, taloneras iluminadas, molduras de aluminio mate y asientos de cuero con detalles en Alcántara en los laterales. El volante totalmente plano por abajo facilita la entrada y salida, y a través de él vemos un cuadro de instrumentos digital pero con una configuración clásica de cuentarrevoluciones, velocímetro y en medio el ordenador de a bordo. La pantalla táctil del centro del salpicadero está orientada hacia el conductor y se maneja muy bien. Las butacas delanteras son amplias y cómodas y tienen la banqueta extensible, aunque echamos de menos reglajes eléctricos en un vehículo de este nivel.

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Los pasajeros de atrás tienen espacio suficiente para las piernas, y únicamente el del medio irá más incómodo debido al grueso túnel de la transmisión. Disponen de apoyabrazos central y de salidas de aire, y el respaldo se puede regular en varias posiciones. Los asientos se pueden deslizar sobre raíles, permitiendo ampliar el espacio del maletero. Este cuenta con una capacidad de 530 litros, la misma que en la versión estándar y una de las mayores de su segmento. La plataforma del piso se puede poner en tres alturas y debajo encontramos un kit antipinchazos. Hay un toma de corriente de 12 voltios y argollas para sujetar la carga.

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Suspensión deportiva de serie

Hemos conducido el Q3 Sportback con motor diésel de 150 caballos y cambio automático de 7 marchas. Acelera de 0 a 100 en 9,3 segundos y desde mi punto de vista el turbo entra en acción un poco tarde y esto hace que no sea más contundente cuando le pisamos a fondo -y además es bastante rumoroso-. Lo mejor es hacer una conducción normal y si queremos mayor rendimiento elegir las versiones de gasolina o diésel más potentes. Este coche lleva en toda la gama la suspensión deportiva de serie, que tiene una amortiguación excelente pero consigue un control de la carrocería y una precisión de la dirección superiores a la normal, así que el comportamiento dinámico es bastante bueno.

Con el Drive Select podemos elegir hasta seis modos de conducción, incluyendo uno deportivo, otro off-road y uno que permite variar en tres niveles la propulsión y la dirección.

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El consumo medio WLTP es de 5,9 litros a los cien, una décima más que el del Q3 estándar, y es que tiene un coeficiente aerodinámico y un factor de resistencia ligeramente peores. Lleva depósito de AdBlue y las emisiones cumplen la norma Euro 6. La altura de la carrocería es de 17 centímetros, así que tiene un enfoque más asfáltico que campero.

Faros de led dinámicos

Nuestra unidad de prueba, cedida por Audi Arrojo, del grupo Pérez Rumbao, era la Black line edition, con unas impresionantes llantas de 20 pulgadas de aluminio mate y pedales metálicos. Entre los extras que lleva destacan los faros Matrix LED con ledes que se encienden y apagan de forma selectiva e intermitentes dinámicos, sistema de aparcamiento asistido, control de crucero adaptativo y bandeja de carga inalámbrica.

De serie incluye portón eléctrico, lunas traseras tintadas, acceso y arranque sin llave, asientos delanteros deportivos con el logo grabado, climatizador bizona, aviso activo de cambio involuntario de carril, cámara multifunción, indicador de presión de neumáticos y un equipo de sonido con seis altavoces compatible con Android Auto y Apple Car Play.

Versión RS de 400 caballos

El Audi Q3 Sportback está disponible desde 39.000 euros en su versión de gasolina de 150 caballos, aunque el modelo que hemos probado con todo su equipamiento cuesta 10.000 euros más. Hay otro motor diésel de 190 caballos y un gasolina de 230, ambos con tracción total, además de una versión superdeportiva RS de 400 caballos que acelera de 0 a 100 en 4,5 segundos. Es un coche con muchas opciones y podemos elegir por ejemplo una suspensión electrónica o que las tres plazas traseras se muevan de forma independiente. Pero, sobre todo, es un coche que cuando lo vemos pasar no deja indiferente a nadie.

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