Los radares que más multan de Galicia

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

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Radar en un pórtico de mensajes de la DGT en la A-55 en Mos.
Radar en un pórtico de mensajes de la DGT en la A-55 en Mos. M.MORALEJO

Los controles de velocidad fijos de la DGT que menos se respetan en las cuatro provincias se ubican preferentemente en carreteras y autovías del área de influencia de las grandes ciudades

20 abr 2024 . Actualizado a las 18:09 h.

Los radares menos respetados de Galicia están situados en el entorno de las grandes ciudades. Eso sucede en al menos seis de los casos, como indican los datos que maneja la Dirección General de Tráfico y que muestran que los radares fijos que más denuncias generan por infracciones de velocidad están ubicados en zonas en las que se produce un elevado número de desplazamientos diarios. Si se toma como referencia el tipo de carretera, diferenciando entre autovía y convencional, los que aparecen en las fotografías de esta página son los radares que más multan en el conjunto del año en Galicia, aunque puede haber meses en los que sean otros los que más denuncian, debido a las rotaciones que realiza Tráfico entre las zonas fijas de control. Hay que tener en cuenta que hay más cabinas que radares, y estos van cambiando de sitio en función de las necesidades de vigilancia y de las averías o revisiones de cada aparato.

En la provincia de A Coruña, el radar que más denuncia en tramos de autovía (carriles desdoblados y separados por medianas) está situado en plena avenida de Alfonso Molina, la principal vía de acceso a la ciudad de A Coruña. Se encuentra en una cabina lateral en sentido entrada a la ciudad, donde la velocidad está limitada a 80 kilómetros por hora, y en el mismo punto donde hay otro en dirección salida colocado en un pórtico de mensajes. El radar de A Coruña que más multa en carretera convencional está en la AC-552, en la salida de la ciudad hacia Carballo. Se encuentra en Pastoriza (Arteixo), antes de una peligrosa curva, conocida como de los Conejos. Tiene límite de 60 y son muchos los conductores que no lo respetan.

Radar en la circunvalación de Lugo, en la N-6.
Radar en la circunvalación de Lugo, en la N-6. OSCAR CELA

En la provincia de Lugo, el radar de autovía que más denuncia está en la A-6, a la altura de Parga (Guitiriz), en sentido Madrid. El límite es de 120 y también está en una cabina lateral. Este radar se encuentra situado en un tramo que no se considera peligroso, pero sí tiene una intensidad de circulación muy elevada. También soporta miles de desplazamientos el radar top de las carreteras convencionales lucenses. Está en una cabina lateral en la N-6, en el kilómetro 503, en sentido A Coruña y en un tramo de mucho tráfico que circunvala la capital lucense. 

En Ourense, el radar que más denuncia está en el kilómetro 254 de la A-52, en sentido Madrid, a la altura de Ribadavia, un tramo limitado a 120 que también registra una importante densidad de tráfico. En la carretera convencional, el que más multa está en la N-120, en un tramo de 70 muy concurrido de Nogueira de Ramuín, frente al desvío que conduce al parador de Santo Estevo.

Los dos radares fijos con más denuncias de la provincia de Pontevedra están en el área de influencia de la ciudad de Vigo. Uno se localiza en el intenso tramo de la autovía A-55 por el que a diario circulan miles de vehículos ligeros, y también pesados ya que se trata de una zona próxima a polígonos empresariales. Este radar está colocado en un pórtico en el kilómetro 9, cerca de Mos. La velocidad está limitada a 60 en este punto de una de las autovías con más accidentes de España. El otro radar con más multas se encuentra en la N-550, en el kilómetro 146, al paso por Redondela. Es esta también una zona de mucho tráfico. El radar, con límite de 50, se ubica en una cabina próxima al enlace al aeropuerto de Peinador.

En Galicia, la DGT tiene alrededor de 40 radares fijos que van rotando por las cerca de 70 cabinas que se distribuyen por todo tipo de carreteras. Pero este año habrá más radares, aunque aún no está definido ni cuántos ni dónde. El director general de Tráfico, Pere Navarro, ya anunció que habrá 88 en toda España y que el 80 % se colocarán en carreteras convencionales, que es donde se producen el mayor número de accidentes mortales. Otra novedad es que la DGT apuesta por los radares de tramo porque los considera más efectivos, ya que contribuyen a reducir la velocidad media.

De los radares en pruebas de A Coruña a los que multan junto a la muralla de Lugo

No todas las ciudades tienen radares fijos en su casco urbano, y en la mayoría de los casos utilizan radares móviles que les presta la Dirección General de Tráfico. Sin embargo, cada vez hay más proyectos para controlar la velocidad en las tramas urbanas con cinemómetros propios. Es el caso de A Coruña, que instaló el año pasado siete carcasas con el objetivo de rotar por ellas dos radares. Todavía no los ha puesto en marcha, pues se activarán a partir de mayo si los conductores incumplen los límites. Lo comprobarán con los datos que registran ahora los radares pedagógicos —pantallas que muestran en tiempo real la velocidad a la que circula un vehículo—, que ya detectaron en un estudio realizado a finales del año pasado que 4 de cada 10 coches superan la velocidad permitida. Todas las cajas que albergarán radares sancionadores se encuentran en vías en las que el exceso de velocidad ha sido causa de accidentes: la avenida de Fisterra; Baños de Arteixo, junto a Marineda; Salgado Torres; avenida de A Pasaxe; Alfonso Molina, en sentido entrada en el tramo de 50 por hora, y dos en la tercera ronda.

La ciudad de Lugo cuenta con tres radares urbanos fijos que se ubican en el centro de la ciudad. Hace unos años había más, pero primero una denuncia por las excesivas multas y luego un acto vandálico acabaron con dos aparatos. A pesar de que la Policía Local no publica datos sobre qué radar es el que más multa, los dos de la Ronda da Muralla suelen ser los ganadores. Primero, porque se sitúan en una zona de mucho tráfico. Y segundo, porque el límite de velocidad en esta vía es de 30 kilómetros por hora. Según la Policía Local, las infracciones por excesos de velocidad en el casco urbano «han aumentado más de un 80 % en el año 2022 respecto al mismo período del año 2019, con especial incidencia en la gravedad de los resultados de los accidentes». Por eso se compró un radar móvil hace unos meses por unos 20.000 euros.

Cuando la Policía Local de Ourense tiene que realizar controles de velocidad, es la DGT la que le cede un vehículo rotulado equipado con radar. El Concello de Ourense anunció el pasado septiembre el suministro de siete radares fijos para controlar la velocidad en las calles de la ciudad.

En Ferrol el único radar fijo municipal está en A Malata. Está instalado en el kilómetro 0,800, tras una mudanza de 125 metros y cambiar de ubicación en febrero de este año. Lo auspició el gobierno local tras la promesa electoral del ahora alcalde, José Manuel Rey Varela (PP), de suprimirlo. Ese compromiso se reconvirtió en una reubicación para, argumentó, reducir su «afán recaudatorio», aproximándolo a una curva y evitando que sancionase en dos vías a la vez.

Con informaciones de Ana González, André S. Zapata, Maite Rodríguez, José Alonso y Christopher Rodríguez y Rocío Pita.