El Ourense CF ejerce de campeón y se despide con triunfo en Asturias (0-2)

La temporada perfecta del Ourense CF también tuvo un colofón dorado con el triunfo 0-2 de su segunda unidad en Avilés, donde los de casa se jugaban la permanencia, que a la postre tendrán que jugarse en una eliminatoria a cara o cruz que precisamente disputaron los visitantes el pasado curso.

Tras el pasillo de los locales al campeón, Gabri Palmás tuvo la primera oportunidad para anotar, tras un pase de tacón de Moha. La respuesta local llegó en un lanzamiento lejano de Iván Serrano, que salió cerca de la portería de un Bruno Rielo que debutaba en liga. Los jugadores dirigidos por Rubén Domínguez se adaptaban bien a la mañana lluviosa y marcaban el ritmo del choque, aunque les costaba encontrar arriba al citado Palmás y a Di Renzo, que estuvo a punto de aprovechar un balón frenado en un charco, en el ecuador de este primer período.

Con más necesidad en cuanto a puntuación, los avilesinos intentaron aproximarse más a medida que el enfrentamiento se acercaba al descanso, pero la disposición de los forasteros seguía siendo ordenada y su única oportunidad fue un chut forzado del goleador Natalio, que no encontró portería. El marcador, en todo caso, le servía a los anfitriones, como la momentánea derrota de la Gimnástica de Torrelavega en Coruxo.

El Ourense CF, en todo caso, seguía a lo suyo y tampoco pasó por grandes apuros al inicio de la segunda parte de la contienda. El campo seguía soportando una gran cantidad de lluvia caída y se mostraba cada vez más pesado. El balón se movía lejos de las áreas y parecía que a unos y a otros les venía bien esa intrascendencia en el juego. La incorporación de Andrada, Fidalgo y Álex Gil otorgó mayor vitalidad al bando visitante, si bien fue uno de los que ya estaba, Brais Penela, quien remató un pase sin dejarla caer y lo colocó lejos del alcance de Davo Armengol.

A la vez que igualaba la Gimnástica en O Vao, el público intentaba tirar de los suyos, que a principios de temporada parecían llamados a empresas más ambiciosas. Los nervios afloraron en el conjunto de Manolo Sánchez, mientras que los ourensanos, con los deberes hechos, se defendían sin pasar demasiados apuros. Quizás la más clara de los de casa fue un chut de Isma Cerro, justo antes de que una incorporación del central Critian Moreno terminara con un centro que cabeceó el canario al fondo de la red.

Fue la sentencia definitiva y el broche para empaquetar la gran campaña de los azulones.

---

---

---